Los golfos
(Imagen extraída de Wikipedia)
Para escribir una novela histórica creíble, es aconsejable leer novelas publicadas en esa época. Creo que es una manera de captar el lenguaje y la forma de hablar de esos tiempos. Entre las primeras que leí para escribir Bastante inútil se encuentra la trilogía Lucha por la vida de Pío Baroja. Publicadas entre 1904 y 1905, son una crónica realista de los bajos fondos y los barrios más humildes del Madrid de principios de siglo XX. Muestran la miseria extrema en la que se encontraba buena parte de la sociedad.
Por encima de todo, me llamaron la atención los golfos. El propio Baroja los definió en un artículo de 1900 como "un hombre desligado por una causa cualesquiera de su clase, sin las ideas ni las preocupaciones de ésta, con una filosofía propia, que es, generalmente, negación de toda moral". Baroja los retrata en sus novelas como niños semidesnudos que se dedican a la busca: recogen colillas para revender al peso el tabaco que consigan, pescan en el Manzanares o en los estanques, arrancan tablones para vender la madera, suben equipajes, arrastran organillos o también, por puesto, delinquen. Muchos ni siquiera tienen hogar. Duermen juntos en las cuevas de la montaña de Príncipe Pío o, en invierno, junto a las calderas que se utilizaban para empezar a alquitranar las calles.

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